Planta de flor de tallos subterráneos carnosos que ofrece, según especies, floraciones en distintos momentos de la época fría del año. Aunque habitualmente se conoce como planta de interior que florece en los cortos días invernales, cada vez es más habitual su uso como planta de jardín. Efectivamente, el ciclamen aparece a menudo plantado en macizos o bajo árboles o arbustos abiertos en jardines de Francia, Inglaterra u Holanda, cuyo clima invernal es mucho más duro que el de la mayor parte de España y no por ello renuncian al disfrute de esta bella planta de flor.
La altura máxima son 30-38 cm, incluidas las flores.
Todas las plantas producen profusión de flores y hojas en proporción a su tamaño. Mueren tras la floración.
Duran varios años en condiciones correctas. Las flores tienden a disminuir de tamaño con la edad de la planta.
Hay que protegerlos del sol intenso. Lo ideal en jardín son zonas de sombra o media sombra. En interior, procúrales un alfeizar orientado al norte.
En interior, lo ideal es mantener 7-15ºC durante el día y bajarla a 5ºC durante la noche. Son por eso más indicados para el recibidor o los dormitorios que para las habitaciones de estar.
El compost debe mantenerse húmedo pero nunca empapado. Riega siempre desde abajo de modo que el tuberbulbo no se moje. Hazlo dos veces a la semana cuando la planta florece. Cuando las flores se marchitan, deja descansar la planta en un lugar fresco aunque protegido contra las heladas. Riega con menor frecuencia (una vez a la semana es suficiente), pero no dejes que el compost se seque por completo. Cuando comiencen a brotar nuevas hojas, vuelve a regar de nuevo con mayor frecuencia y manten la planta en un lugar fresco y aireado.
Añade abono líquido al agua cada 14 días durante la temporada de crecimiento y floración.
Deben mantenerse húmedos para que sobrevivan en interior. Coloca la maceta sobre guijarros mojados o en otra más grande forrada de turba. No rocíes.
En interior, mantenlos alejados de estufas, en especial de gas, y del humo intenso de tabaco. Protéjelos de las corrientes.
Cambia de maceta tras la floración, cuando se hayan marchitado las hojas viejas y comiencen a brotar otras nuevas. Quita con cuidado las flores o las hojas muertas. El ciclamen florece mejor si está en una maceta un poco estrecha, por lo que no debe usarse una demasiado grande.
Necesitan un suelo suelto, rico en humus y con suficiente capacidad drenante para que no se acumule demasiada humedad en torno a ellos. Es bueno cubrir las plantaciones de ciclamen con una ligera capa de hojas que les sirva de protección.
Hay que tener muy en cuenta que los tubérculos deben dejarse ligeramente descubiertos por su parte superior, nunca del todo enterrados. Se plantarán en agosto, septiembre y octubre, dependiendo de su tiempo de floración.
De semillas conservadas a 13-16ºC. Los tuberbulbos viejos pueden dividirse después de haberse marchitado las hojas y las flores.
El ciclamen se utiliza en grupos y resultará adecuado en una zona del jardín de carácter rústico, al pie de arbustos que pierdan la hoja en invierno, haciendo margen delante de algún rododendro o azalea o en los bancales de flor que en invierno se encuentrandesguarnecidos. En este último caso, son excelentes las combinaciones de ciclamen con plantas bulbosas que coincidan con su período de floración, como rompenieves, nazarenos, cebollas albarranas y otros.