Arbusto de follaje persistente, oriundo de China, poseedor de bellas flores que exhalan uno de los más legendarios y agradables aromas de entre todas las plantas de jardín.
Al género Gardenia pertenecen varias especies de arbustos perennifolios, de poco más de un metro de alto por otro tanto de ancho.
Su estructura es bastante ramificada, dando como resultado un arbusto compacto de porte redondeado que resulta vistoso y decorativo todo el año.
Las hojas son ovaladas, de un profundo color verde satinado.
Las flores son blancas o amarillas, de unos 7 cm de diámetro y muy olorosas. Son de forma similar a las de las rosas, con numerosos pétalos imbricados de color marfil, y repartidas por toda la planta. En regiones de climatología suave, donde debe cultivarse si se hace en exterior, emite flores durante los meses de primavera y verano.
Las gardenias son plantas de sombra, si bien la luminosidad no debe ser escasa a su alrededor.
Necesitan lugares cálidos a resguardo del frío intenso.
Ha de cuidarse que el agua de riego no sea demasiado dura -con alto nivel de cal suspensión- para que el grado de acidez del terreno no se altere. Resulta también importante mantener una buena humedad en la tierra, aunque con un drenaje eficaz que evite el exceso de agua junto a las raíces.
Se debe preparar bien el suelo donde se vayan a plantar con generosas aportaciones de sustancias del tipo de mantillo, turba, estiércol descompuesto o similares y, una vez instalados, hay que seguir con estos aportes al menos dos veces por año, en primavera y otoño.
Sólo toleran terrenos de naturaleza ácida, muy ricos en materia orgánica.
La poda suele ser innecesaria. En ocasiones se elimina la mitad de la longitud de las ramas si el arbusto ha perdido su forma y densidad o como paliativo de alguna bajada inesperada de las temperaturas que haya dañado su vegetación.
Crecen bien bajo la luz tamizada de algún árbol y en rincones del jardín próximos a la casa, donde el aroma de sus flores pueda así ser percibido. Se cultivan con frecuencia en recipientes, y tienen la ventaja de poder ser situadas cerca de un lugar de estancia además de admitir su introducción en la casa en tiempo frío o como adorno perfumado temporal.
Con ellas se crean interesantes combinaciones junto a otras plantas acidófilas y umbrófilas como azaleas y rododendros, pero también lucen de manera significativa plantadas en grupos aislados.