Arbusto perenne de baja altura que pertenece a la familia de las Cupresáceas. Se caracteriza por su forma rastrera y su follaje denso y tupido. Es una especie muy apreciada por su resistencia.
Es un arbusto de crecimiento lento a moderado. A medida que se desarrolla, tiende a extenderse horizontalmente en lugar de crecer verticalmente. Sus ramas se propagan a ras del suelo, creando una alfombra densa de follaje.
Puede variar según la variedad, pero generalmente alcanza una altura de 15 a 30 centímetros. En cuanto a su extensión horizontal, puede alcanzar un diámetro de 1 a 2 metros.
Sus hojas son escamosas y dispuestas en pares opuestos a lo largo de las ramas. Son pequeñas, de forma puntiaguda y de color verde azulado. Durante el invierno, pueden adquirir tonalidades rojizas o bronceadas.
El fruto es una baya pequeña, de color verde al principio y luego madura a un tono azul oscuro o negro.
Prefiere una exposición a pleno sol. Necesita al menos 6 horas diarias de luz solar directa para crecer y desarrollarse de manera óptima.
Es resistente a las bajas temperaturas y puede soportar climas fríos.
Tolera la sequía una vez que está establecida, pero requiere un riego regular durante los primeros años de crecimiento. Es importante evitar el encharcamiento del suelo, ya que puede ser perjudicial para la salud de la planta.
No requiere un abonado frecuente pero puede beneficiarse de una fertilización anual en primavera con un abono equilibrado. Es importante seguir las indicaciones específicas para evitar un exceso de nutrientes.
Prefiere suelos bien drenados y arenosos. Tolera muchos tipos de terrenos, pero se desarrolla mejor en suelos ligeramente ácidos a neutros.
No requiere una poda regular, sin embargo se puede realizar una poda ligera a principios de la primavera para mantener su forma compacta y eliminar cualquier crecimiento desordenado. También se puede realizar una poda de rejuvenecimiento si el arbusto se vuelve demasiado leñoso. Es importante evitar podar demasiado, ya que puede dañar irreparablemente la planta.
Es ampliamente utilizado como planta ornamental debido a su hábito rastrero y su follaje atractivo. Se utiliza con frecuencia como cobertura de suelo, especialmente en jardines rocosos o en pendientes donde se requiere una planta resistente que pueda controlar la erosión del suelo. También se puede utilizar en jardines de estilo japonés, en macizos de flores o en contenedores. Además, algunas variedades enanas son adecuadas para el cultivo en bonsáis.
Existen diversas variedades y cultivares de Juniperus horizontalis, que presentan diferencias en cuanto al color del follaje, forma y tamaño. Algunas de las variedades más populares son J. horizontalis 'Wiltonii', que tiene un follaje de color azul plateado, J. horizontalis 'Bar Harbor', de un follaje verde brillante, J. horizontalis 'Golden Carpet', que presenta un follaje dorado o amarillo, y J. horizontalis 'Blue Chip' que posee un follaje de color azul intenso.
Algunas opciones adecuados incluyen plantas perennes de bajo crecimiento como el sedum, la armeria y la achillea. También se puede combinar con otras coníferas de forma rastrera, como el Thymus serpyllum (tomillo rastrero) o el Helianthemum (rosa de roca). Además, las rocas y los caminos de grava pueden resaltar aún más su atractivo y crear un entorno natural y estético.