Planta perenne con estolones reptantes y raíces en sus extremidades. De las flores se obtiene una esencia utilizada en perfumería; también sirve para elaborar un jarabe utilizado en medicina como espectorante. Las hojas son eméticas y purgantes y las flores cambian de color en medio alcalino (se vuelven verdes) por lo que se pueden utilizar como indicador.
No alcanzan más de 20cm de altura.
Las hojas miden de 2 a 6cm de longitud, y son redondeadas con la base acorazonada, algo dentadas y pubescentes.
Las flores son de olor muy agradable y color violeta, miden 1,5 cm de diámetro; como todas las violetas tienen los pétalos inferiores en forma de saco, en el que los estambres inferiores introducen un espolón. Florece entre marzo y mayo.
Se desarrollan mejor en zonas de semisombra.
Se debe regar muy a menudo, sin dejar que se seque la tierra.
Demandan suelos ricos y con suficiente humedad.
La siembra se realiza al final del verano, cuidando que el fuerte sol del mediodía no dañe las plantitas. Una vez criadas se pude optar por sacarlas a su lugar definitivo en otoño.
Sobreviven bien en situaciones húmedas y sombrías, por lo que resultan ideales a los pies de setos o árboles, donde se desarrollarán formando mullidos cojines verdes.
De las flores se obtiene una esencia utilizada en perfumería; también sirve para elaborar un jarabe utilizado en medicina como espectorante. Las hojas son eméticas y purgantes y las flores cambian de color en medio alcalino (se vuelven verdes) por lo que se pueden utilizar como indicador.