Desde siempre he sentido que las plantas tienen algo mágico. Me transportan a otros lugares, a otros momentos... y esa sensación me encanta.
Aventura Botánica nació como un refugio personal, un espacio donde volcar todo lo que he vivido a través del contacto con la naturaleza. Es el fruto de muchos momentos de mi propia aventura: de alegría, de compartir sin palabras, de lágrimas, de transformación. Momentos que, sin darte cuenta, te cambian por dentro. No tanto para ser alguien distinto, sino para simplemente Ser.
Para mí, Aventura Botánica es “la aventura de mi alma”. Y mi mayor ilusión es que también se convierta en un pequeño rincón del alma para ti. Un espacio donde encuentres calma al llegar a casa, alegría al cuidar tus plantas, y conexión con esa energía sutil que tienen las cosas naturales.
La pasión por las plantas me acompaña desde que tengo memoria. La heredé de mi madre, y ella de la suya. En mi infancia, siempre estuve rodeada de macetas, flores y tierra. Hoy en día, dedico a las plantas buena parte de mi tiempo libre, tanto a las de interior como a las del jardín. Ellas me enseñan cada día a observar, a tener paciencia, y a cuidar.
¿No crees que el mundo sería un poquito mejor si cada uno cuidara al menos de una planta? Aunque, si te soy sincera, mi deseo va más allá: ojalá te enamores del cuidado de tus plantas, y descubras —como yo— que te devuelven mucho más de lo que das.
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